RSC - 27 de Marzo. La Hora del Planeta.

RSE - Apagar las luces de los hogares y los centros de trabajo durante una hora es la propuesta de WWF/ADENA para llamar la atención sobre la necesidad de reducir el consumo energético y las emisiones de CO2 con el fin de ayudar a frenar el Cambio Climático.
RSC CONSULTORES (Grupo Domínguez Pastor y Asociados) ya se ha unido a "La Hora del Planeta" al igual que multitud de empresas y personas en todo el mundo, que apagarán sus luces el Día 27 de Marzo de 20.30 a 21.30 h.
La Hora del Planeta de WWF pretende implicar a más de mil millones de personas y movilizar a 6.000 ciudades del mundo para demostrar el apoyo global a la acción contra el cambio climático.
Esta campaña es una más de las acciones de concienciación que WWF/ADENA lleva a cabo en favor del Medio Ambiente.
Para unirte, como ciudadano, empresa o ciudad, entra en la web de WWF y sumate a la iniciativa.

También puedes participar en la Primera Carrera por el Planeta que se celebra el mismo día 27 de marzo en el Parque del Retiro en Madrid, a las 19.30 horas.

Si eres una empresa y quieres saber más de como ahorrar energía y reducir emisiones en tu día a día, descárgate aquí la Guía de WWF: Consejos para ahorrar energía en el trabajo
 

RSC - 22 de Marzo. Día Mundial del Agua

El 22 de Marzo, se celebra en todo el Mundo el Día Mundial del Agua.
Este día, que se celebra desde 1993, es una llamada de la Asamblea General de las Naciones Unidas a los diferentes Estados a consagrar este día, en el marco del contexto nacional, a la celebración de actividades concretas como el fomento de la conciencia publica a través de la producción y difusión de documentales y la organización de conferencias, mesas redondas, seminarios y exposiciones relacionadas con la conservación y desarrollo de los recursos hídricos así como con la puesta en práctica de las recomendaciones de la Agenda 21.
La campaña Día Mundial del Agua para 2010 se realiza bajo el lema "Agua Limpia para un Mundo Sano" y se dirige a la calidad del agua con el objeto de demostrar que en la gestión de los recursos hídricos la calidad de ese recurso es tan importante como la cantidad. Por ello, las actividades que se celebrarán durante el Día Mundial del Agua en 2010 estarán dirigidas a transmitir mensajes sobre la calidad del agua, los ecosistemas y el bienestar humano.
Para conocer más sobre esta iniciativa puedes visitar este enlace:

RSE – (y V) La Cadena de Suministro. Una mirada responsable hacia el origen.

Conclusiones finales. Beneficios de gestionar los riesgos de la cadena de suministro.

Minimizar los riesgos de la cadena de suministro mediante una buena gestión y control, reporta beneficios tanto para la empresa cliente, como para las empresas proveedoras en su cadena de suministro.

Estos beneficios afectan a su imagen, reputación corporativa, procesos de producción, productividad, sostenibilidad y estabilidad.

Beneficios para empresa Cliente:

  • Mejora la calidad de su producción.

  • Su producción será más sostenible y rentable.

  • Asegura lazos de estabilidad con sus proveedores.

  • Obtiene ventajas competitivas al poder intervenir e influir con sugerencias y mejoras en los procesos de producción.

  • Protege su imagen y afianza su reputación corporativa.

  • Reduce el riesgo de denuncias por malas prácticas.            
Beneficios para las empresas proveedoras:

  • Obtiene contrataciones a largo plazo por lo que fideliza a sus clientes.
  • Derivado de las contrataciones a largo plazo, sus ingresos son más estables lo que permite planificar mejor las estrategias de trabajo.
  • La empresa ve incrementado su rendimiento en los procesos de producción y aumenta su productividad.
  • Prioridad en la contratación frente a las ofertas de otros proveedores.
  • Las condiciones de los trabajadores son mejores y con ello se incrementa la motivación en el trabajo.
  • La empresa accede a programas de formación continua.
  • Se reduce el coste y el riesgo del capital invertido.
  • Obtiene incentivos a la Investigación, el Desarrollo y la Innovación (I+D+i).


Para más información, recomiendo la lectura de la "Guía para la Gestión Responsable de la Cadena de Suministro", elaborada por la Red Española del Pacto Mundial de Naciones Unidas y que puede descargarse en PDF desde este enlace:
 http://www.pactomundial.org/recursos/doc/Centro_de_noticias/Notas_prensa/9957_52522009151755.pdf

RSE – (IV) La Cadena de Suministro. Una mirada responsable hacia el origen.

¿Deben las Pymes controlar los riesgos propios y de su cadena de suministro?

Todas las organizaciones presentan riesgos de incumplimiento en Derechos Humanos, Laborales y Medio Ambiente, no sólo las grandes empresas. El tamaño no importa.
A las pymes, la cuestión de los riesgos las afecta desde una doble perspectiva, por su posicionamiento natural en los mercados: Las pymes tienen sus propios proveedores a los que han de controlar, al tiempo que actúan como proveedores de las empresas más grandes, que son sus clientes y por tanto les controlan a ellas.
Las pequeñas y medianas empresan actúan desde una posición intermedia, y estar en el medio puede ser algo muy malo… o muy bueno. El resultado depende de cómo gestionen las pymes a su cadena de suministro y de que sepan comunicarlo adecuadamente a sus clientes logrando una posición ventajosa frente a sus competidores.
Muchas Grandes Empresas y Administraciones Públicas, comienzan a discriminar a sus proveedores en función de cómo gestionan sus cadenas de suministro y de si aplican Políticas de Responsabilidad Social. Y en el futuro cada vez más. La Ley de Economía Sostenible o las normas de Contratación de las Administraciones Públicas son claros ejemplos.
Claro está que una pyme no puede atender a sus riesgos de la misma manera que una multinacional. Una pyme difícilmente podrá desplazar inspectores a instalaciones de proveedores en otros países, o incluso contratar auditorías externas. Pero si en cambio puede establecer otras medidas alternativas.
Al igual que las grandes empresas, las pymes puede establecer un código de conducta y hacerlo público, el cual, sus proveedores deben aceptar. También pueden obtener compromisos escritos de sus proveedores y realizar encuestas y seguimientos por email sin necesidad de desplazarse. El grado de fiabilidad será menor, pero al menos, establece unos lazos de compromiso y un fuerte posicionamiento.
Quizá no puedan certificar a sus proveedores, pero estos, es muy posible que trabajen a su vez para otras empresas más grandes que si las certifican. Por tanto una pyme podrá solicitar a sus proveedores certificaciones de las que ya dispongan realizadas por un tercero.
Tampoco las pymes deben descuidar sus propias sedes y a sus plantillas. Pueden perfectamente realizar un control interno en sus propias instalaciones para comprobar que no se están incumpliendo legislaciones en materia de Conciliación, Igualdad, Gestión de la Diversidad, Derechos Laborales, Medio Ambiente, y establecer medidas y objetivos de mejora en ellas, como un Plan de Igualdad y Conciliación, un Plan de Integración y Gestión de su Diversidad, o Planes de reducción de emisiones de CO2 o reciclaje de residuos.
Estas actuaciones les serán de gran utilidad a la hora de presentarse a concursos de proveedores para grandes empresas o Administraciones Públicas, para formar parte de su cadena de suministro.
Una pyme que disponga de un sistema de gestión de riesgos propia y de su cadena de suministro estará en clara ventaja a la hora de contrataciones sobre otras empresas competidoras que no lo posean.

RSE – (III) La Cadena de Suministro. Una mirada responsable hacia el origen.

¿Cómo hacer una gestión responsable de la cadena de suministro?

Lo que no se hace por convicción, se hace por necesidad. Aunque lo primero es mucho más deseable y sano. Las empresas que ignoran a su cadena de suministro, ponen en peligro sus posibilidades de supervivencia futuras en el mercado.

La gestión de la cadena de suministro comienza con la elaboración de un cuadro de riesgos que tenga en cuenta los países de origen donde se fabrica, como aplican sus proveedores los derechos humanos y laborales, las condiciones de vida de las personas y sus familias, la seguridad, la salud y la higiene laboral, y también si aplican procesos de producción limpios y respetuosos con el Entorno.
Los riegos pueden tener diferentes orígenes. Así, pueden derivarse de razones geográficas y políticas, por ejemplo, aquellos proveedores procedentes de países con regímenes autoritarios o democracias poco afianzadas y grandes desigualdades sociales.
El sector de producción puede ser otro indicador de riesgo. Podemos pensar en sectores con grandes riesgos para el Medio Ambiente o la Salud en sus procesos de fabricación.
También los propios productos en sí, el tipo de productos, pueden ser causantes de graves daños al entorno o a la salud de los consumidores o de los trabajadores que los manipulan, así como la gestión de sus residuos al final del ciclo de vida útil.
El cuadro de riesgos definirá el nivel de peligrosidad en incumplimiento que genera la cadena de suministro. Una vez definido, obtendremos un diagnóstico inicial.
Se creará un código de conducta que los proveedores deben asumir y se establecerán políticas y medidas concretas.
La empresa debe realizar auditorías internas a los proveedores. Estas auditorías deberán basarse en encuestas y entrevistas personales con los directivos, los trabajadores y los representantes sindicales, visitas e inspecciones a las fábricas para obtener conocimiento en cuestiones tales como la conciliación de la vida laboral y familiar, las condiciones salariales, la igualdad, la seguridad y salud en el trabajo, el Medio Ambiente…
Las auditorías internas pueden ser complementadas con auditorías externas que permitan la certificación por un tercero.
Estas auditorías servirán para encontrar posibles deficiencias y elaborar un Informe de situación y mejora. Hay que dar a los proveedores la oportunidad de cambiar esas situaciones, pero también marcar unos objetivos concretos y estrictos así como unos plazos para su cumplimiento.
El diálogo con los proveedores debe estar en la base de todo el proceso. Se trata de adecuar y mejorar, no necesariamente de excluir. La exclusión sólo debe darse en el caso de que los proveedores no atiendan o desestimen las medias correctoras. La empresa debe apoyar a sus proveedores con recursos, personal de apoyo y formación que facilite el proceso a los proveedores.
El proceso de gestión de la cadena de suministro debe contemplarse siempre como una rueda de mejora y progreso continuo a lo largo del tiempo, para evitar otros riesgos potenciales en el futuro.

RSE – (II) La Cadena de Suministro. Una mirada responsable hacia el origen.

¿Cómo debe actuar la empresa ante una crisis de reputación originada en su cadena de suministro?

Los riesgos, y las malas prácticas derivadas del desconocimiento o una mala gestión de los riesgos, pueden dañar la reputación de una marca. La empresa tiene más riesgos reputacionales cuanto más conocidas sean sus marcas. Ahora bien, los consumidores no diferencian entre la marca y sus productores; entre la empresa y los proveedores que trabajan para ella siendo parte de su cadena de suministro.
La empresa responde del todo… no de las partes. Si una empresa comercializa un producto, es su reputación la que se ve afectada y por tanto dañada. Es su marca la que sufre y la que se resiente en las ventas. Por eso es tan importante cuidar los riesgos reales y potenciales en la cadena de suministro.
Vivimos en un mundo globalizado y alegar desconocimiento o imposibilidad de control de la cadena de suministro no sirve de nada. En la mente de todos nosotros están casos superconocidos de grandes marcas afectadas por esta mala gestión de los riesgos. Sin mencionar nombres, vamos a ver cómo funciona el proceso. Cualquier parecido con la realidad es… eso, pura realidad.
Un buen día, una ONG realiza un reportaje denuncia que muestra en los medios de comunicación. Aparecen fábricas en países donde trabajan niños menores de edad, y donde las condiciones laborales son prácticamente en régimen de esclavitud y poco salubres. Esas fábricas, están realizando trabajos para una conocida marca comercial multinacional.
La reacción de los consumidores es inmediata. La reputación de esa empresa se resiente y con ella sus ventas. Ahora la marca tiene tres caminos para elegir, el del contraataque, el de la elusión o el de afrontar sus responsabilidades.
Eligiendo el camino del contraataque, la marca sólo consigue atraer más informaciones negativas y denuncias; más mala reputación y por tanto más rechazo de los consumidores. El consumidor no va a otorgar la presunción de inocencia ante situaciones tan graves como las que ha visto, y la opinión de las ONGs, a las que se presupone neutralidad y desinterés económico, las hace más creíbles a ojos del consumidor. Es sin duda un mal camino este para elegir.
Optando por el segundo camino, alegar desconocimiento o indefensión ante situaciones que escapan a su directo control, intentando eludir su responsabilidad, sólo generará desconfianza. Los consumidores desconfiarán de la veracidad de sus afirmaciones y, en caso de aceptarlas, desconfiarán igualmente de la capacidad de una marca que no es capaz de controlar la producción de sus propios productos.
Por tanto, a la empresa solo le queda un camino válido para frenar la perdida de reputación. Este camino no es otro que el de reconocimiento y la enmienda. Aceptar que se han hecho mal las cosas, aunque sea por desconocimiento o descontrol, asumir responsabilidades, pedir disculpas y poner en marcha medidas correctoras concretas para evitar que estas situaciones se repitan en el futuro.
Esta lección la han aprendido muchas organizaciones; unas sufriéndolas en sus propias carnes, otras escarmentando en cabeza ajena. El resultado en cualquier caso es similar, y con esto llegamos a la siguiente conclusión: ahora las organizaciones ya saben que no pueden descuidar los riesgos en su cadena de suministro si no quieren enfrentarse a peligrosas y costosas pérdidas de reputación.

RSE – (I) La Cadena de Suministro. Una mirada responsable hacia el origen.

¿Es realmente tu empresa respetuosa con los Derechos Humanos, Laborales y el Medio Ambiente?

Tendemos a pensar que una empresa es responsable cuando cumple con las legislaciones laborales, medioambientales y es respetuosa con los derechos humanos, sin embargo…

Y sin embargo eso no es suficiente. Cumplir con la legislación es sólo una necesidad y una obligación, pero ser responsables es algo que va mucho más allá.

En el caso de la producción y las compras a proveedores también hay que actuar con responsabilidad. Hay que analizar que ocurre en la fabricación de los productos y servicios que prestamos o distribuimos. Y más aún cuando la producción no es controlada directamente por la empresa sino que depende o es realizada por terceros.

La globalización hace que muchos de los productos que se consumen o son distribuidos, sean fabricados o producidos en origen en otros países por terceras empresas o fábricas de las que poco sabemos sino prestamos especial atención.

Cuando una empresa opera en varios países (y por operar no sólo ha de entenderse tener una presencia física, una sede o una filial, sino también actuar sobre un mercado mediante la adquisición de bienes y servicios) debe hacerlo contemplando el cumplimiento del marco jurídico y legal de todos los países en los que opera. Pero, ¿qué ocurre cuando esas legislaciones son laxas o la vigilancia de su complimiento es relajada o corrupta?

Se deben establecer siempre unos mínimos y unos marcos de referencia transnacionales, que vayan más allá de las propias legislaciones de los países, como son la Declaración Universal de los Derechos Humanos, los 10 Principios del Pacto Mundial de Naciones o las recomendaciones de la OIT (Organización Internacional del Trabajo).

Una empresa debe actuar siempre en base a un código de conducta honorable y común con independencia del país en el que opere.

La mayoría de las empresas multinacionales ya aplican criterios cada vez más estrictos en asegurar ese cumplimiento. Para ello, no sólo elaboran cuadros de riesgo que les permitan elaborar un diagnóstico sobre el grado de cumplimiento o incumplimiento, sino que también aplican políticas, acciones y realizan seguimiento de esas acciones, estableciendo puntos de incumplimiento y objetivos de mejora continua.

Pero esto, no sólo es una cuestión que afecte a las grandes empresas. También afecta y cada vez más a las Pymes.

Una Pyme también pueden operar en más de un país, una pyme también importa artículos que distribuye después, o puede fabricar productos en otros países donde los riesgos de incumplimiento en materia de derechos humanos, laborales y medioambientales sean altos y poco controlados.

Por ello, la conclusión es que la necesidad de elaboración de un cuadro de riesgos es una cuestión que no se ve afectada únicamente por el tamaño de la empresa, sino también por la procedencia de sus productos, sus fabricaciones y por los riesgos de incumplimiento.