La Red Española del Pacto Mundial, ha presentado la Guía práctica para la gestión de riesgos y herramientas de implantación, en la lucha contra la corrupción y promoción de la transparencia.
En la elaboración de esta guía han trabajado junto a la Red Española del Pacto Mundial, las entidades Abertis, Acciona, BBVA, CAM, Cofides, Fundación Carolina, Banco de Santander, Iberdrola, IE Business School, Javierre, MITC, Siemens y Transparencia Internacional.
La lucha contra la corrupción, es el principio número 10 de Global Compact, y uno de los que más dificultades presenta por parte de las entidades a la hora de reportar en sus informes de progreso.
En palabras de Juan de la Mota, Presidente de la Red Española del Pacto Mundial, la corrupción no es algo que sólo afecta a los países en desarrollo, sino que la realidad de muchas empresas de los países desarrollados, es enfrentarse cada día a muchas situaciones de corrupción en sus operaciones en el exterior.
Para Joaquín Garralda, Secretario de la Red Española del Pacto Mundial, cuando se habla de corrupción, es como si surgiera una tupida niebla que no permite ver mucho más allá. Las empresas y administraciones hablan de la corrupción con eufemismos como “comisiones” en lugar de “extorsión” o “soborno”. Se mueven con cautela en este terreno a la hora de comunicar sus experiencias. Existe una gran falta de transparencia porque es un tema delicado. De hecho, la prueba de ello es que tuvo que hacerse una convención especial, posterior al acuerdo de los otros 9 principios, para incluir este principio dentro de los 10 principios del Pacto Mundial.
Isabel Garro, Directora de la Red Española del Pacto Mundial, presentó la guía y mostró como usarla.
La guía se compone de dos apartados:
- un documento técnico en el que se presentan los riesgos y las oportunidades de su gestión, los conceptos englobados como corrupción, la legislación nacional e internacional al efecto y ejemplos de buenas prácticas.
- Una guía práctica estructurada en forma de juego. Se trata de una rueda en la que intervienen tres variables en función de “riesgo del país”, “riesgo del sector” y “riesgo de cliente”, clasificándolos en alto, moderado o bajo. Así, cada organización puede aplicarlo a su caso en función de esas tres variables. Según esto, surgen 18 posibilidades que se estructuran en 18 modelos de gestión.
Jesús Lizcano (Transparencia Internacional): La transparencia es el mejor antídoto contra la corrupción. En lucha contra la corrupción se avanza lento, pero se avanza. Hay más interés sobre la RSE que hace 10 años. Algunas empresas firman pactos de integridad entre ellas cuando acuden a concursos. Deben aumentar las denuncias de casos y la protección de los denunciantes con el anonimato. Se deben crear canales en las empresas que permitan cursar las denuncias sin control de los superiores a los que puedan afectar. Estas denuncias deben ser atendidas si existe una base y pruebas que lo justifiquen.
Beatriz Alonso (BBVA): Las empresas deben elaborar un código de conducta ética y no sólo publicarlo, sino además formar a los empleados en él. Este código debe contener herramientas verificables para medir avances y resultados. Deben existir en las empresas canales que fomenten la posibilidad de formular denuncias de corrupción.
Antonio Javierre (Javierre): Una buena medida para cumplir con tu código ético, es no sólo darlo a conocer a los empleados, sino también hacerlo público en algún medio de prensa para que sea de dominio público y además obligarte a cumplirlo. Se debe además formar a los empleados en el código. Para avanzar, se deben denunciar los casos de corrupción cuando se disponga de pruebas.
Cristina Barrero (Ministerio de Industria Comercio y Turismo): En la OCDE existen unas líneas directivas que son el homólogo de los principios del Pacto Mundial a nivel de Estados. Estas líneas, también incluyen un Convenio de lucha contra la corrupción para el funcionario público extranjero para transacciones internacionales. La idea es vigilar a las empresas de un país que operan en otro país de riesgo, en materia de corrupción y soborno. Recientemente, ha habido que introducir la responsabilidad penal (y no sólo administrativa) en la reforma de nuestro código penal para cumplir con dicho Convenio. En cambio, la Administración española en materia de corrupción presenta un riesgo bajo. Se está empezando a notar un avance en países como China, India o Rusia, que hace poco rechazaban abiertamente hablar sobre estos temas.
Isabel Roser (Fundación Carolina): La corrupción afecta negativamente al desarrollo de los países. ECODES ha elaborado un informe que muestra que las empresas españolas que operan en países de latinoamérica, están mejorando en lucha contra la corrupción, pero aún queda mucho por hacer.
Regina Pallá (Cofides): Cofides financia a las empresas españolas que quieren operar en el exterior. La Guía acota, delimita y define muy bien cuales son actos de corrupción. Existe una delincuencia económica ligada a la corrupción. La corrupción lleva además otros costes asociados a la inversión, por ejemplo sobrecostes por el pago de sobornos, que hacen menos competitivos los proyectos. Además afecta a la larga a las empresas que no sabrán qué parte de un concurso que ganan esta derivada a su buen hacer, y que parte viene motivada por el propio soborno. Ahora, todas las empresas que solicitan financiación, deben firmar una clausula ligada al convenio de la OCDE en materia de corrupción. Existe una mayor aceptación a la lucha contra la corrupción en las empresas, pero faltan herramientas de medición que permitan comprobar los avances.
Para más información sobre esta Guía: http://www.pactomundial.org/
No hay comentarios:
Publicar un comentario